NEGOCIANDO CON LOS PARAGUAYOS

Nombre: República de Paraguay.

Superficie: 406.750 km²

Población: 5.781.569 habitantes

Religión: católicos 90%, menonitas y otros protestantes 10%

Lengua: español, guaraní.

Capital: Asunción

Moneda: Guaraní

Forma de Gobierno: República Democrática

Paraguay se ubica en América del Sur, limita al norte y noroeste con Bolivia, al este con Brasil y al sur y al oeste con Argentina.

Prácticas Sociales.-

·         Los paraguayos tienen un fuerte sentido de identidad e independencia.

·         Son contrarios a la presión extranjera

·         Los paraguayos suelen ser gente divertida y lo manifiestan públicamente

·         La expresión “la hora paraguaya” (indica el casi cultural retraso en cualquier cita de negocios o social).

·         El paraguayo pocas veces invoca su condición de tal.

·         El paraguayo permaneció en su tierra con un mínimo de mezcla.

·         La mujer siempre es el elemento conservador de la comunidad y el elemento inoculador más poderoso de los valores y antivalores de una cultura a causa del mayor contacto afectivo con el niño en su edad plástica, en especial, en una sociedad tribal y agro ganadera.

·         La incidencia de la madre y de las abuelas sobre los niños en la misma sociedad moderna es muy considerable.

·         El modo de ser paraguayo es fuerte y posesivo, de tal suerte que los hijos de extranjeros, en contacto con el paraguayo, inmediatamente lo asumen.

·         Sus gestos, sus movimientos y modo de hablar se vuelven típicos de la tierra.

·         La prudencia es una de las virtudes muy apreciadas por el paraguayo.

·         La persona respetable  es prudente y de pocas palabras

·         El paraguayo no perdonará a nadie que propale un secreto que ha contado a otra persona.

·         El interlocutor debe ofrecerle garantía casi absoluta de no revelar su confidencia a otro.

·         El paraguayo es contemplativo. Ve y admira las cosas, los hechos y las personas. No razona sobre ellos.

·         El paraguayo es amigo del silencio. Vive perfectamente bien acompañado de su imaginación sumida en los hechos, cosas y personas que lo rodean. No se siente nunca en la soledad. No, requiere bullicios para sentir la vida. Le basta su interioridad.

·         Uno de los defectos del carácter del paraguayo es la timidez, lo que hará que rehúse siempre ocupar el primer asiento en una reunión.

·         El que paraguayo que ostente autoridad no sólo irá a ocupar el primer lugar sino que lo exigirá. Esta actitud es propia de toda autoridad en el Paraguay, sea civil, militar o eclesiástica. Un Obispo que asiste a una reunión y no se le dé un lugar eminente, no volverá a poner los pies en otra reunión similar.

·         No hay nada en la vida que el paraguayo tema tanto como es el temor al ridículo.

·         A los ojos del paraguayo el fracaso es el peor estigma. Nunca se borrará de su memoria la amargura del momento del fracaso, del ridículo sufrido, y las causas y las personas que lo provocaron.

·         El paraguayo es orgulloso y personalista.

·         Si, en un momento dado, percibe en alguien un cierto menosprecio, inmediatamente se apartará de él aunque sea su mejor amigo.

·         El paraguayo difícilmente abordará al otro  respecto de sus ideas, incitándole a que las abandone o que las cambie..

·         El paraguayo normalmente ejerce un incomparable autodominio. Es parco en la manifestación de los sentimientos, aunque la procesión vaya por dentro, como suele decirse. Llega un momento en que no puede contener la fuerza interior, entonces, pierde el control sobre sí mismo y se transforma en un verdadero loco.

·         Sabe reírse de todo el mundo y de todas las cosas. No existe tragedia que no convierta en risa. Un grupo de paraguayos se distingue por la risa.

·         El paraguayo es un gran conversador. La cultura oral promueve la capacidad de conversación. La mujer es más conversadora aún.

·         La familia es la base de sustentación de la cultura paraguaya.

·         El caudillo es uno de los personajes folklóricos más denigrados, sin el cual el paraguayo no vive. Forma parte de su vida comunitaria.

Negociando con los paraguayos.-

·         Evite el trato distante o prepotente. En la sociedad paraguaya el trato personal siempre es cercano, incluso en los más altos niveles de la administración.

·         En el ámbito de los negocios se mantiene esta característica de la idiosincrasia local. Por ello es conveniente evitar actitudes que puedan resultar excesivamente “frías” o “distantes”.

·         También se deben evitar comentarios que puedan resultar prepotentes.

·         El paraguayo es consciente de las dificultades del país, pero adora su tierra, y no va a aceptar de buen grado comentarios críticos hacia ella.

·         La  idiosincrasia  del  país  permite,  además,  fomentar  el  trato personal. En la cultura de relación social, el trato personal es habitual, el paraguayo no concibe una relación comercial sin un elemento de empatía personal entre los operadores.

·         Sea  realista  con  la  oferta  comercial que  va  hacer:  Paraguay  es  todavía  un  país  pobre (aunque cuenta con una pequeña parte de la población con un alto poder adquisitivo) y con un nivel educativo más bien bajo.  

·         Esto supone que el consumidor, en general, mira más el precio que  la  calidad.

·         Es muy frecuente que el  empresario de visita en Paraguay se tope con decenas de supuestos asesores, especialmente cuando se intenta hacer negocios con la Administración Pública.

·         Tener paciencia: La expresión “la hora paraguaya” (indica el casi cultural retraso en cualquier cita de negocios o social).

·La impuntualidad es prácticamente una norma de la casa. El empresario debe tratar de adecuarse a esta situación como algo normal, no interpretar retrasos en las reuniones como falta de interés o mensajes cifrados.

·         Si se tiene la intención de invertir en  el  país es imprescindible contratar los servicios de alguno de los mejores despachos de abogados en Asunción.

·         Cultivo  de contactos: La distribución en este mercado tan reducido está en manos de unos pocos  operadores,  con  los  que  es  importante  mantener  una  relación  cordial  y  fluida.

·         Cuidado, por lo general los asesores se presentan como  familiares  o  amigos  de  figuras  importantes  del  poder,  con  capacidad  para  facilitar suculentos  negocios que casi nunca llegan a buen puerto.

·         El  mercado  paraguayo  ofrece  algunas posibilidades para el exportador, pero también ciertos peligros que pueden generar graves perjuicios al empresario desprevenido. Se trata de un país subdesarrollado, al nivel de otros como  Bolivia o Ecuador, y por lo tanto lejos del nivel de desarrollo alcanzado por sus socios del MERCOSUR, Argentina, Brasil y Uruguay, aunque con frecuencia se tiende a colocar a los cuatro en un mismo saco, pensando quizás que no existen diferencias significativas entre los cuatro socios del bloque.