martes, 8 de enero de 2013

NEGOCIANDO CON LOS BELGAS


Bélgica es un Estado federal dividido en tres regiones: Flandes, al norte, donde se habla neerlandés; Valonia, francófona, al sur, y Bruselas, la capital bilingüe, donde el francés y el neerlandés son cooficiales. También hay una minoría de habla alemana constituida por unas 70 000 personas en la parte oriental del país.
El paisaje belga es variado: 67 kilómetros de costa y llanuras litorales frente al Mar del Norte, una llanura central y suaves colinas y bosques en la región de las Ardenas, en el sureste.
Bruselas alberga varias organizaciones internacionales, como la mayoría de las instituciones europeas o la sede de la OTAN.
Independiente desde 1830, Bélgica es una monarquía constitucional. Las dos cámaras del Parlamento son la Cámara de Representantes, cuyos miembros se eligen por un periodo máximo de cuatro años, y el Senado o cámara alta, cuyos miembros son electos o cooptados. Dado su panorama político, los gobiernos de Bélgica suelen ser de coalición.
Entre los belgas más conocidos figuran Georges Rémi (Hergé), creador de las historietas de Tintín, los escritores Georges Simenon y Hugo Claus, el cantautor Jacques Brel y el ciclista Eddy Merckx. Los pintores James Ensor, Paul Delvaux y René Magritte son los sucesores modernos de Rubens y los demás maestros flamencos de antaño.
Bélgica es famosa por sus chocolates, apreciados en el mundo entero. Uno de sus platos favoritos son los mejillones acompañados de patatas fritas que, según cuenta la leyenda, fueron inventadas en Bélgica. En el país hay más de 1 000 marcas de cerveza.
Capital: Bruselas
Superficie: 30.528 km²
Población: 10.189.000
Clima: La lluvia es frecuente a lo largo de todo el año, veranos templados; inviernos fríos (a menudo con nieve).
Moneda: Euro €
Idioma: Flamenco (norte), francés (sur) y alemán (este). La mayoría de belgas hablan tanto francés como flamenco, así como ingles y/o alemán en muchos casos.
Transporte público: compañías nacionales de autobuses: De Ling, Tec; pocos autobuses de largo recorrido. Autobuses, tranvías y metro: suba a través de cualquier puerta  con el billete o compre este directamente al conductor.
Las  tarifas como otros datos sobre Belgica varían en función del trayecto. Paradas de tranvía y autobuses: señal blanca y roja (párelos haciéndole una señal con la mano). Los taxis casi nunca se paran en la calle, por lo que si desea uno es mejor ir a una parada o lo pida por teléfono.

PRÁCTICAS SOCIALES
·         El belga es una persona muy puntual y espera lo mismo de las personas que lo visitan. La puntualidad es altamente sensible para ellos.
·         La idea de privacidad está muy arraigada. Nunca se deben hacer preguntas personales. Antes de ent6rar a una oficina hay que llamar a la puerta y cerrarla cuando se sale.
·         Hay que evitar conversaciones sobre la división lingüística del país o hacer comparaciones entre los flamencos y los valones. La religión tampoco es un tema de conversación favorable.
·         Los belgas mantienen una cierta rivalidad con Holanda; incluso suelen contar chistes sobre los holandeses y viceversa.. Es mejor no hacer comentarios sobre el tema.
·         Terma favorito son la gastronomía (tienen fama de ser muy buenos gourmet), el arte  (los grandes pintores flamencos como Rubens o Van Eyck) y los deportes sobre todo el fútbol, motocross, tenis  (Kim Clijters y Justin Henin) y ciclismo Eddy Mercks, cinco veces ganador del Tour de Francia es un ídolo local.
·         La gastronomía belga es un orgullo para el país. Los mejillones y el chocolate son algunas de sus especialidades. Asimismo reclaman haber sido los inventores de las patatas fritas. La cocina belga utiliza mucho el ajo (hay que tener cuidado con el).
·         La comida de negocios más habitual es el almuerzo que comienza a las 12:00 horas. Se pueden tratar temas profesionales mientras se come, aunque es preferible que sea el anfitrión el que tome la iniciativa..
·         El  estilo que se utiliza para comer es el continental. El cuchillo en la derecha y el tenedor en la izquierda. Nos está bien visto intercambiar cubiertos de mano.
·         Hay que comer todo lo que se sirve en el plato. Debido a su carácter ahorrativo consideran un desperdicio dejar la comida.
·         En los restaurantes lo normal es que la propina esté incluida en la cuenta, pero también se puede dejar una cantidad extra cuando se ha recibido un buen servicio.
·         La cerveza es la bebida por excelencia (tienen trescientos tipos de ellas). Beben más por gusto que por grandes cantidades. Los visitantes extranjeros entendidos en cerveza son muy apreciados.
·         Los belgas se toman un mes de vacaciones al año. La última quincena de julio y la primera de agosto no es época para visitar el país en viaje de negocios.

Hacer negocios con los belgas
·         Es un error considerar a Bélgica como una prolongación del mercado francés. Necesita una estrategia comercial y un esfuerzo de penet5ración diferenciado. Será más fácil llegar desde Bélgica a otros países (Holanda, Alemania, Luxemburgo e incluso Francia) que desde estos a Bélgica.
·         La gestión comercial es fácil ya que en Bruselas se concentran la mayor parte de las grandes empresas de fabricación y distribución y desde allí existen muy buenas comunicaciones con los otros centros económicos del país.
·         En Bélgica predomina lo profesional sobre lo personal. Las relaciones personales se desarrollarán una vez que se ha realizado el negocio.
·         Cuando se trabaja a través de un intermediario (agente, representante, distribuidor), lo más habitual es que se cubra todo el territorio belga y, además Luxemburgo debido a la unidad económica que forman ambos países.
·         En las presentaciones hay que hacer uso de cifras y gráficos. Les gusta ir directamente al grano. Hacer un esfuerzo por vender “conceptos o ideas” no es útil. Es mejor que los hechos hablen por si mismos.
·         En la forma de hacer negocios hay diferencias entre flamencos y valones. Los ejecutivos flamencos muestran un comportamiento lineal y son partidarios de la planificación; les gusta negociar punto por punto. Por el con6trario, la actitud de los valones es más difícil de predecir; a su vez son más flexibles y les gusta negociar los distintos aspectos  de un acuerdo simultáneamente.
·         En la región de Flandes es preferible hablar en  inglés aunque se domine el francés.
·         No hay una regla sobre el inicio de las conversaciones de negocios. Algunos ejecutivos entran directamente en materia, mientras que otros prefieren dedicar un rato a una charla informal sobre temas relacionados con el viaje o la cultura del país.
·         Los belgas negocian de igual a igual. Han conseguido un lugar en Europa absorbiendo culturas de varios países, no a causa de procesos de colonización o de dominio político. No se consideran inferiores a nadie.
·         Quizás y como consecuencia de la escasez de terreno y de recursos naturales,, el pueblo belga es muy ahorrativo (tacaño para algunos de sus vecinos). Por ello, proponer ideas o proyectos que impliquen cualquier tipo de dispendio no es adecuado. Por el contrario, las ideas propuestas para reducir gastos serán altamente apreciadas.
·         Los belgas son negociadores duros y pragmáticos. No tienen problemas para presionar sobre los aspectos económicos de los acuerdos.
·         Es preferible que la documentación promocional y la información al consumidor se redacten tanto en francés como en flamenco.

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